AÑO 1873. OTOÑO CARLISTA EN EL RINCON DE ADEMUZ Y ALREDEDORES

Tropas liberales de la III Guerra carlista (Museo de San Telmo)

Grupo de una columna volante carlista en 1873 (fotografía de José Lejarreta)

A primeros de septiembre de 1873, parte de las fuerzas del entonces coronel carlista “Santés” (José Santés y Murgui), que tenía su cuartel general en Chelva, tras la ocupación de la zona de Utiel, y vía Camporrobles, Fuenterrobles y Mira, se dirige hacia el Rincón de Ademuz. Entrando por Vallanca, se sitúan en Ademuz el día 7 se septiembre. Esta fuerza, de unos 500 hombres, la manda un tal “Vidal”, subordinado de “Santés”.
El día 8 de este mes (festividad de la Virgen), una columna que manda el mismo “Santés” (con unos 2.000 hombres), y que había llegado a Moya el día anterior (día 7), oyen misa de campamento frente a Santo Domingo de Moya, desde donde posteriormente parten a Ademuz, para unirse allí con los de “Vidal”.
Por lo menos, hasta mediados de ese mes de septiembre, “Santés” permanece en el Rincón de Ademuz, zona totalmente dominada, y considerada por la prensa de la época, junto a Chelva, cuartel general de este jefe carlista en aquellos momentos.

“La facción de Santés, que desde Utiel pareció dirigirse hacia la Mancha, y hasta se dijo que trataba de marchar a la Minglanilla, siguiendo la carretera de las Cabrillas, apenas tuvo noticia de la salida de Valencia del brigadier Arrando [José Arrando Ballester] con una pequeña columna, torció hacia los espesos pinares de Mira y ha penetrado en el Rincón de Ademuz, cuyas quebradas montañas son favorables a una guerra de ocultaciones y de fugas. La facción ha penetrado en Vallanca en aquel rincón, y el domingo [septiembre 7] parece estaba ya en Ademuz, donde permaneció el lunes [septiembre 8] por la mañana.
Por aquella parte del interior de la provincia se han presentado algunos otros grupos facciosos, convergiendo siempre hacia Chelva y Ademuz, donde parece debe establecerse el cuartel general de las facciones de esta provincia”.

El periódico carlista “La Reconquista” publica la siguiente carta fechada en Moya el 10 de septiembre de 1873:
“Muy señor mío: la víspera de la Natividad de la Virgen [septiembre 7] tuvimos el gusto de ser visitados por la columna carlista del Sr. D. José Santés y Murgui, que procedente de Chelva y Utiel (Valencia), hizo su entrada en esta población de Moya a las siete de la mañana, habiendo salido a recibirles una comisión, compuesta de los señores individuos del ayuntamiento, el Clero y algunos vecinos de la villa. Un volteo general de campanas en las dos parroquias anunció al pueblo la llegada de tan decididos campeones de la legitimidad, y la población se vio en pocos momentos literalmente inundada de un gentío inmenso que llegaba presuroso a la plaza de la iglesia, presenciando, en medio de repetidos vivas a Carlos VII, a la religión, al ejército carlista y al comandante general señor de Santés, al que cupo el honor de servir en las filas pontificias, la quema del registro civil, cuyos libros y papeles quedaron en un instante reducidos a pavesas. Cobraron un trimestre de contribución territorial y pagaron cuantos gastos han ocasionado, dejando muy complacidos a todos estos vecinos…
… A la mañana siguiente, día de la Virgen [septiembre 8], después de oír misa de campamento frente a Santo Domingo, aquellos 2.000 valientes marcharon hacia el pueblo de Ademuz (Valencia), donde les esperaba una fuerza de 500 hombres al mando del Sr. Vidal, con quienes se han reunido.
El recuerdo, señor director, que de su paso por esta zona de Castilla han dejado los defensores de Dios, de la patria y del verdadero rey, no puede ser más grato, y han llevado tras de sí las simpatías de estos habitantes, cuyas ideas siempre fueron liberales.
La columna va muy bien organizada, medianamente uniformada, y todos con fusil de aguja, revólver y machetes. Les dan seis reales diarios y calzado, percibiendo doble paga cuando han de hacer jornada larga”.

Moya. Fotografía de Pepe Benedicto

“Segarra [Tomás Segarra y Vergés] entraba en Valderrobles del día 8 [septiembre], fecha en que Santés hacía lo mismo en Ademuz, donde permaneció hasta el 12 armando a los nuevos voluntarios con las armas recogidas... Santés, saliendo de Ademuz, pasó por Puebla de San Miguel y siguió por Aras de Alpuente, donde volvía a recoger armas de los voluntarios...”.

Encuentro una curiosa noticia, y es que, el 11 de este mes de septiembre, se celebra en la iglesia de Ademuz, una misa por el aniversario de la muerte de la madre de “Santés”, que parece ser, falleció en esa villa en 1840 (no he podido conseguir más noticias que confirmen esto).


Ademuz. Iglesia (dival.es)

Por estas fechas, mediados de septiembre, permanece esta facción de “Santés” en el Rincón de Ademuz. Allí se instruye, arma y municiona a los hombres reclutados durante la última expedición; se confeccionan blusas y boinas para la tropa, e incluso se forma una numerosa charanga (banda de música).
En cuanto al número de hombres de estas fuerzas, hay diferencias dependiendo de las fuentes consultadas. Probablemente, unos 2.600 hombres (cifra importante sin duda).
Esta facción domina en esos momentos el valle del Turia (Guadalaviar) hasta las proximidades de Teruel capital.

[1873, septiembre 14] El cabecilla Santés, que forma el núcleo de las facciones valencianas, se encontraba hace unos días en Ademuz, habiéndose reclutado bastante gente en su correría, pues se hacen ascender sus fuerzas a 2.600 hombres. Parece que se disponía a marchar a Chelva, donde tal vez llegara para recoger fondos de los pueblos de aquellas montañas amigas... En Villel, a tres horas de Teruel, se ha situado una partida carlista de 1.200 hombres aproximadamente”.

“El cabecilla Santés se encontraba anteayer [1873, septiembre 15] en el río Ademuz [Turia o Guadalaviar] camino de Teruel”.

El 3 de octubre, las noticias de la época sitúan en Aliaguilla (Cuenca) a una partida de “Santés”, con la intención de cobrar contribuciones. Por lo visto, no lo consiguió, por lo que “se llevó en rehenes al alcalde, un concejal y un contribuyente, saliendo para Chelva”. Estas fuerzas de José Santés y Murgui se retiran a su cuartel general de Chelva (Valencia) “reinando la mayor tranquilidad en toda la zona de la provincia de Cuenca”, (de momento).

El día 7 de octubre de 1873, al anochecer, “algunos carlistas de la caballería de Santés, se presentan de improviso en las afueras de Utiel”, cuando la mayoría de sus habitantes regresaban de vendimiar. Ya entrada la noche, el grueso de la facción, que llegó por el “camino de Chelva”, entró en esta población (Utiel), “marcando silencioso el paso a los acordes de la charanga que le precedía”.
Todo apunta a que su intención era atacar a Requena, cosa que no se llevó a cabo. En Utiel “se reunieron a la facción Santés algunos pocos vecinos y mayor número de vendimiadores”.
A primera hora de la mañana del día 9, y tras desestimar el ataque a Requena, esta facción salió de Utiel hacia Caudete, y siguiendo por Fuenterrobles y Camporrobles, hacia el Rincón de Ademuz. Estas fuerzas ascendían a unos 1.500 hombres “con los cuales no se ha atrevido a atacar Requena, donde se habían preparado para una defensa enérgica...”.

A mediados de octubre de 1873, Chelva, cuartel general de “Santés” (José Santés y Murgui), se ha convertido en el centro de organización carlista en esta zona. Allí disponen de fábrica de municiones y armamento y un hospital militar con sesenta camas en el convento de San Francisco. Frecuentes incursiones por la zona Utiel-Requena de los de “Santés” por aquellas fechas.

Chelva. Convento de San Francisco (verpueblos.com)

 Los liberales de Chelva y Requena y de los pueblos de sus contornos se lamentan del abandono en que se les deja, y de la impunidad con que pueden los carlistas pasearte por sus campos y organizar sus servicios sin que nadie les moleste”.

Es inaudito el descaro con que obran los carlistas en Chelva...”, “...En aquella villa, donde están pacíficamente establecidos, han montado una fábrica de pólvora, fabrican balas en gran cantidad, han puesto un taller de lanzas para cuando tengan caballería, recomponen su armamento, y hacen, en fin, cuanto les acomoda”.

“Los carlistas siguen organizando en Chelva los servicios de su ejército real sin que nadie les moleste...”.

Fuerzas carlistas de José Santés y Murgui, se apoderan de la ciudad de Cuenca el 16 de octubre de 1873. Fue una efímera ocupación, pues inmediatamente se retiraron de la plaza tras la persecución que hicieron sobre ellos tropas gubernamentales enviadas desde Madrid. No obstante, fue una acción fructífera para el bando carlista, por la obtención de un importante botín de guerra (principalmente de armamento y municiones), además del refuerzo  moral por haber ocupado una capital de provincia.


Ocupación carlista de Cuenca (octubre 1873)

Tras la retirada de Cuenca, la facción de Santés, se dirige hacia Chelva (su cuartel general), por Fuentes, Carboneras de Guadazaón, Cañete y Utiel. Por lo que deduzco de la documentación, gran parte o la totalidad de las tropas de Santés, quedan en Utiel, y reforzadas por voluntarios carlistas de la zona, intentan atacar a Requena el 22 de octubre, y como en las demás ocasiones durante estas guerras, sin éxito ("La muy Noble y Leal Requena", titulada así ya en 1836 durante la I Guerra Carlista).
El 23 de octubre, parten las facciones carlistas hacia Chelva; estas fuerzas se estimaban en unos 2.500 a 3.000 infantes y 120 caballos, según las fuentes consultadas (en todo caso, fuerzas realmente importantes).

A finales de octubre de 1873, hay en El Cuervo (Teruel) una partida carlista de unos 1.500 hombres que manda el jefe “Marco de Bello” (Manuel Marco y Rodrigo) que procedía de Albarracín, después de haber hostilizado a Teruel. En Veguillas (Teruel) se presentan 20 hombres de esta partida, seguramente para recaudar contribuciones. Parten todos al Rincón de Ademuz (Valencia). Allí se entrevistan los jefes carlistas Marco de Bello y José Santés: “En una de sus incursiones, el general aragonés [Marco de Bello], cambia sus impresiones con el coronel Santés en el Rincón de Ademuz”.
Este “Marco de Bello” pasa a ocupar por entonces el mando del Bajo Aragón que tenía Pascual Cucala Mir. A partir de aquí, las fuerzas de “Cucala” comienzan a actuar por esta zona.

Marco de Bello (de Estudio Fotográfico El Beltrán, Zaragoza)

Según noticias de “Las Provincias” (Valencia), de primeros de noviembre de 1873, “...con frecuencia venimos hablando de la organización que está adquiriendo el carlismo en Chelva, e insistimos sobre él para llamar la atención de las autoridades sobre aquel punto, que influye sobre los pueblos de las cercanas provincias de Teruel y Cuenca, pues ven a las facciones pacíficamente posesionadas de una población cabeza de partido, donde montan una administración con servicios que, si no les dan fuerza material, les proporcionan en aquella comarca un prestigio y fuerza moral que puede y debe destruirse a toda costa. Chelva es el centro de acción de la partida que manda Santés, la cual no ha sido perseguida ni fogueada más que en Játiva, donde se desbandó al ataque de nuestras tropas, y es seguro que no sostendría más bizarramente un nuevo ataque. Pero en tanto vive y aumenta, haciendo creer a los pueblos cercanos que no hay fuerza en el Gobierno para disputar su autoridad...”.

Efectivamente, por aquella época, Chelva se ha constituido como importante cuartel general carlista y centro de operaciones para su jefe José Santés y Murgui (a partir del 11 de noviembre [10 de septiembre según otras fuentes] ya con rango de brigadier de ese ejército). Allí disponen de importantes depósitos de alimentos, armas y municiones, talleres, hospital militar... Gran parte del acopio de armas y municiones vino dado por el “fructífero” ataque a Cuenca de mediados de octubre, de donde se llevaron en importante cantidad, material de guerra y dinero, según noticias de aquellas fechas.
La prensa expresaba la necesidad de acabar con ese centro de operaciones carlista (Chelva): “...creemos de necesidad acabar con aquel foco carlista, que como decimos a un principio, da a su partido fuerza alguna moral y cierto prestigio en los pueblos cercanos de las cuatro provincias de Valencia, Castellón, Cuenca y Teruel”.

Como se ha dicho antes, el brigadier carlista Pascual Cucala Mir, sustituido de su mando en el Bajo Aragón, se traslada con sus fuerzas a esta zona, según las fuentes consultadas, con el objeto de reforzar a las de “Santés”, y con la intención de evitar que el ejército gubernamental llegase a su cuartel general de Chelva.
Noticias de mediados de noviembre de 1873, hablan de que la fuerza de “Santés” en Chelva era de entre 4 y 5.000 infantes y 200 de caballería (fuerza importante, sin duda). Allí habían llegado, para reforzar a la facción, de Aragón el brigadier Pascual Aznar (“Cojo de Cariñena”), y de la provincia de Alicante las partidas de “Sopena” y “García”.

El 15 (o quizás el 14) de noviembre de 1873, sale de Chelva “Santés” con 2 ó 3.000 hombres, y se dirige por Sinarcas y Venta del Moro, a La Mancha. Queda en Chelva un guarnición de unos 800 hombres “y el resto de los carlistas hasta el mínimo de 2.000, escalonados hacia la sierra de Utiel, y por otra hacia Avejuela [Abejuela, de Teruel], en el Aragón”.

Esta partida de “Santés”, que sale de Chelva a mediados de noviembre, hace una expedición por La Mancha, regresándose a Chelva otra vez. Concretamente llegaría a esa plaza el 6 de diciembre.
Durante esta expedición, algunos carlistas de la zona de Utiel abandonan la partida y se regresan a sus pueblos, según noticias de la prensa del 2 de diciembre: nos dicen de Utiel que van regresando a aquellos pueblos en pequeños grupos muchos de los carlistas que empuñaron el fusil para seguir al cabecilla Santés, al que no todos quieren seguir en su larga correría por la Mancha”.

“El día 1º de diciembre va a Salinas del Manzano la fuerza expedicionaria de Santés, y allí, después de haber conferenciado con el general Marco de Bello, por Salvacañete y Castielfabib entra en la provincia de Valencia para descansar de su correría en Chelva”.

“... Ya hemos dicho que Santés volvió de la provincia de Cuenca el último día de noviembre, y así el 1º [diciembre] pasa por Castielfabib, Torrebaja, Ademuz, Santa Cruz de Moya, Aras del Puente [Aras de Alpuente], Titaguas y Tuéjar, llagando hasta Chelva, donde entra el día 6 de diciembre...”.

Desde finales de noviembre, en Chelva se iban recibiendo, procedentes de las requisas que se hacían por las provincias de Cuenca y Albacete, armas, cereal e incluso tabaco, entre otro botín de guerra. De todo esto se hacía acopio en Chelva: “...acopio que hace Santés en su guarida para sostener los reclutas que allí se recogen y sus fuerzas, que eran esperadas, y que, según dicen, los carlistas ascienden a unos cinco mil hombres”.

A primeros de diciembre de 1873, operan por las comarcas valencianas de “La Ribera” y “Los Serranos”, las facciones que mandaban los brigadieres carlistas “Cucala” (Pascual Cucala Mir) y “Vallés” (Francisco Vallés Roselló). Por lo visto “para dar la mano a las fuerzas de Santés, que estará probablemente en Chelva, donde era esperado”.

Pacual Cucala, según dice él en su propio diario, el 7 de diciembre parte de Cheste, y perseguidas sus fuerzas por el general gubernamental Romualdo Palacio González, hacen marcha nocturna, descansando en el pueblo de Siete Aguas. Por la mañana del día 8, parten con dirección a Utiel. Tuvieron sus hombres un pequeño enfrentamiento cerca de Requena: “Salieron los republicanos y mandé a unos cuantos caballos; tuvieron unos tiros y los carlistas les hicieron retirar dentro del pueblo...”.
Llegó la facción a Utiel, y de allí partió hacia Ademuz: “...seguimos la marcha en dirección a Utiel y de Utiel tomé la dirección al pueblo de Ademuz. Allí descansamos un día y tomé la marcha en dirección a Teruel”.

Pascual Cucala (De Columbusalbus - Escaneada una fotografía antigua)

Efectivamente, el 10 de diciembre “Cucala”, procedente de Utiel (Valencia), descansó en Aliaguilla (Cuenca) donde estuvo hasta el día 12, en que prosiguió su marcha a Ademuz (Valencia). Permaneció el día 13 en Ademuz donde se encontró con el batallón carlista “Altar y Trono” (guardia personal del infante D. Alfonso). El día 15 ya está en Villel (Teruel), donde pernoctó ese día. Ignoro el destino de esta expedición, pero me imagino se dirigiría por Camerena a internarse en esas sierras turolenses y llegar al Maestrazgo, sin aproximarse a Teruel capital.

Durante estos días de expedición de Pascual Cucala por esta zona, el 13 de diciembre tomaban el pueblo de Chelva las fuerzas gubernamentales del general Romualdo Palacio González. Ya entonces habían salido de Chelva “Vallés”, que había marchado hacia Segorbe (Castellón) y “Cucala” hacia Utiel (como se ha dicho antes). La facción de “Santés”, no sin resistir algo en las cercanías de Chelva, se retira también, y lo hace hacia La Yesa (Valencia).

Así termina este otoño de 1873 en estas zonas. No tardarían los carlistas en ocupar Chelva de nuevo, antes de terminar el año...

CONTEXTO DE LA GUERRA

Durante este periodo se recrudece la guerra en este sector. Los carlistas tienen su cuartel general en Chelva, y como jefe al edetano José Santés y Murgui***, coronel (y ya brigadier a partir del 11 de noviembre [o 10 se septiembre, según otras fuentes]) del ejército carlista. Desde Chelva y Ademuz, partirán expediciones hacia la provincia de Cuenca, Utiel-Requena y La Mancha. Incluso se llegaron a apoderar de Cuenca capital el 16 de octubre de 1873. Otros jefes destacados que anduvieron por la zona fueron Manuel Marco Rodrigo (“Marco de Bello”), Pascual Cucala Mir y Francisco Vallés Roselló, que venían de Aragón y Cataluña.
                          
                               *** José Santés y Murgui nació en Lliria (Valencia) en 1817. Personaje singular por su participación en las tres Guerras Carlistas. Con sólo 10 años y con dispensa, fue admitido en el cuerpo de “voluntarios realistas” de esa localidad, del que su padre y un tío suyo fueron oficiales. A principios de 1833, con 16 años ya sufrió tres meses de calabozo en las Torres de Quart (Valencia) por estar complicado en alguna conspiración carlista, meses antes de la muerte del rey Fernando VII. Tras el estallido de la I Guerra Carlista en octubre de ese año (1833), fue a Morella (Castellón) para incorporarse a las fuerzas del “Barón de Hervés”. Éstas se retiran de Morella en diciembre por el avance del ejército gubernamental y son derrotadas en la “acción de Calanda” (diciembre 1833), tras lo cual se dispersan y empiezan a actuar en pequeñas partidas. Ya en 1837, con 20 años, era capitán del segundo batallón de “Tiradores del Cid”. En enero de 1838 estuvo a las órdenes de Antonio Tallada y Romeu en la expedición que se hizo a Andalucía, durante la cual fue apresado, estando prisionero en el Castillo de San Sebastián (Cádiz) durante 18 meses. Al terminar la I Guerra, en 1840, tras intentar retirarse a Francia, vuelve a ser detenido, volviendo a su pueblo natal de Lliria, donde fue encarcelado por más de cuatro años. Tras este encarcelamiento marchó a Francia, a reunirse con su padre y su hermano que allí permanecían. Durante la II Guerra, en 1848, regresó a España a las órdenes de “Cabrera” en Cataluña. Cruzó el Ebro con el general “Forcadell” (Domingo Forcadell y Michavila), quien le destinó al “Distrito del Turia”. El 29 de septiembre de 1848 se apodera de Segorbe; batió al enemigo en Losa del Obispo (Valencia) y en Campalbo (Cuenca). A partir de aquí, hay dos versiones contradictorias: Según Antonio Caridad Salvador en “La Revuelta de los Matiners en Valencia y Sur de Aragón”, se presentó a indulto en Andilla (Valencia) el 27 de octubre de 1848 con 16 hombres de su partida; otra versión es que “Santés” se incorporó de nuevo al ejército Carlista de Cataluña a las órdenes de Cabrera. Quizás pudieran ocurrir las dos cosas, que se presentara a indulto y posteriormente pasara al ejército de Cabrera (lo ignoro). En todo caso, al terminar esta II Guerra (o “Campaña Montemolinista”), se refugió en Francia, y allí permaneció durante 24 años, fiel a sus ideas “legitimistas”, residiendo en Lyon. Hay noticias que en 1848, el padre de Santés comandante de infantería en la I Guerra, y con más de 80 años, residía en su pueblo de Lliria, “querido y respetado por los hombres de todos los partidos”. Durante la III Guerra Carlista, en abril de 1873, volvió del exilio y se incorporó en Cataluña a las órdenes de “Savalls” (Francisco Savalls y Massot). Este mismo año, ya es segundo comandante de la provincia de Valencia, estableciendo su cuartel general en Chelva. El 16 de octubre de 1873, con otras fuerzas, se apoderó de Cuenca, y el 11 de noviembre (otras fuentes hablan del 10 de septiembre) fue ascendido a brigadier (general de brigada). El 10 de enero de 1874 ocupó Albacete. Entre el 9 y 10 de marzo de 1874, las fuerzas carlistas unidas de “Palacios”“Santés” y “Cucala”, son derrotadas por las tropas gubernamentales de Emilio Calleja Isasi en la “Acción de Minglanilla”. Tras esta derrota por los carlistas, surgieron fuertes desavenencias entre “Santés” y “Cucala”, que llevaron poco más tarde a la destitución de “Santés”, acusado de varias cosas, entre ellas, trato con los enemigos para pasarse a ellos, destrucción de vías férreas y malversación de fondos. Quizás no fueran ninguno de éstos los motivos que llevaron a su destitución. La razón principal fue, muy probablemente, que tras las diferencias mantenidas con su compañero “Cucala”, predilecto de su superior el general Manuel Salvador Palacios, este último se quitó de en medio a nuestro personaje José Santés. También hay dos versiones sobre su desaparición en el mapa de guerra: la primera es que fue sometido a consejo de guerra y fusilado por los suyos; la segunda es que finalizada la III Guerra, o algo antes, emigró otra vez a Francia, donde se dedicó a la venta ambulante, "muriendo en la miseria" (esta es la versión más fiable y más extendida, según los documentos consultados). José Santés y Murgui fue muy querido por la familia real carlista, y era calificado de “disciplinado, humano y honesto”.
Jefe carlista muy importante en nuestra zona. Paso a hacer referencia de sus actuaciones en la misma: En verano-otoño de 1848, durante la II Guerra Carlista, una partida de José Santés y Murgui, junto con otros de “Arnau” (José Domingo Arnau), “Llorach” (Vicente Llorach y Boix), “Gamundi” (Isidro Pascual Gamundi), “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés) y “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey), ya se encuentran por la zona (Los Serranos, Marquesado de Moya, Utiel-Requena...). “Santés” ya es jefe de la “División del Turia”. El 21 de septiembre de 1848 son batidas las “gavillas” de “Santés”, “Pimentero de Utiel” y “Dulzainero de Liria” en Calles, distrito de Chelva, causándoles cuatro muertos. Ya durante la III Guerra, el 26 de agosto de 1873, “Santés”, con una insignificante partida, sale de Casinos y pasa por Villar del Arzobispo, Chulilla y Losa del Obispo. En estos pueblos la va incrementando, hasta llegar a Chelva el 31 de agosto, ya con unos 900 hombres. El 1 de septiembre de 1873, procedente de Chelva, “Santés” se presenta en Utiel, con tres compañías de “guías” y dos batallones (sobre 1.000 hombres), y es ocupado. Allí se le uniría una facción de Pascual Cucala Mir, aumentando considerablemente sus fuerzas, llevándose mozos de la reserva y voluntarios. Tras salir de Utiel (día 4 ó 5 de septiembre), parte de las fuerzas de “Santés”, por Camporrobles, Fuenterrobles y Mira, se dirigen hacia el Rincón de Ademuz, y entrando en éste por Vallanca, se sitúan en Ademuz el día 7 de septiembre. Esta fuerza, de unos 500 hombres, la manda un tal “Vidal”. Este mismo día 7, la columna de “Santés”, con unos 2.000 hombres, llega a Moya, y al siguiente día 8 (festividad de la Virgen), oyen misa de campamento frente a Santo Domingo de Moya; después parten a Ademuz a unirse a las fuerzas de “Vidal” que allí estaba. En Ademuz permanecerían los de “Santés”, por lo menos, hasta mediados de septiembre. El 11 de este mismo mes, se celebra en la iglesia de Ademuz una misa de aniversario por la muerte de la madre de “Santés”, que por lo visto, había fallecido en esa villa en 1840. En estos momentos Chelva era considerada, junto al Rincón de Ademuz, cuartel general de “Santés”. A mediados de septiembre, ya cuenta con una columna de 2.600 a 4.500 hombres (según distintas fuentes consultadas), y se encuentra en Ademuz, reclutando, instruyendo y uniformando a sus tropas. El 3 de octubre de 1873, una partida de “Santés” en Aliaguilla, donde, no consiguiendo cobrar contribución, se llevó de rehenes al alcalde, un concejal y un contribuyente, saliendo para Chelva. El 16 de octubre de 1873, las fuerzas de “Santés” se apoderan de la ciudad de Cuenca, efímera ocupación que, sin embargo fue muy fructífera para el bando carlista. El 17 por la tarde se retira de esta ciudad, dirigiéndose a Chelva. El 23 de octubre, fuerzas de “Santés” que permanecían en Utiel, intentan atacar Requena, otra vez sin éxito, por lo que vuelven a su cuartel general de Chelva. El 13 de diciembre de 1873, el general gubernamental Romualdo Palacio González entra en Chelva, de donde ya han salido los jefes carlistas que allí permanecían: Pascual Cucala Mir, Francisco Vallés Roselló y el propio “Santés” (este último hacia La Yesa). Entrado 1874, a primeros de enero, “Santés” se encontraba en Ademuz, desde donde parten expediciones a La Mancha. Concretamente parte de ésta (Ademuz) la expedición que, vía Utiel, Villargordo del Cabriel y Villanueva de la Jara, rindió la ciudad de Albacete el 10 de enero de 1874. Tras esta acción, “Santés” vuelve a Chelva, donde es recibido en “honor de multitudes” el 15 de enero. A primeros de febrero de 1874, “Santés” se traslada con los suyos desde Chelva a Puebla de San Miguel (Rincón de Ademuz), por estar más seguro en aquella sierra de difícil acceso, de los ataques del ejército republicano, y por lo visto, con el punto de mira en Cañete, donde pretendía establecer su centro de operaciones. Merodea la zona comprendida entre este pueblo (Cañete) y Santa Cruz de Moya, y “visita”, entre otros, Utiel, Fuenterrobles, Camporrobles, Landete, Mira, Tragacete, Salvacañete, Moya y pueblos del Rincón de Ademuz. Durante esta “pequeña expedición”, logran recaudar un importante botín, y según la prensa “dejando a los pueblos atemorizados y exhaustos”. Tras esta expedición, ya el 7 de marzo, “Santés” se presenta en Utiel con unos 5.000 hombres, pero no llegan a bloquear Requena. Después de la “Acción de Minglanilla” (9-3-1874), en que fueron derrotadas las fuerzas carlistas, “Santés” otra vez en su cuartel general de Chelva el día 13 de ese mes. Poco después sería destituido y a partir de abril desaparece de este mapa de guerra.

CONTEXTO HISTORICO

La III Guerra Carlista se desarrolla entre los años 1872 y 1876. Ahora el pretendiente carlista al trono de España es D. Carlos María de Borbón y Austria-Este, bajo el título de Carlos VII. Nieto del primer pretendiente carlista en la Primera Guerra (Carlos María Isidro de Borbón-Parma, titulado Carlos V), sobrino del Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza, conde de Montemolín (pretendiente al trono en la Segunda Guerra, titulado como Carlos VI), e hijo de Juan Carlos María Isidro de Borbón y Braganza, conde de Montizón, (también sucesor al trono por la rama carlista, y titulado como Juan III, que no participó de forma activa en insurrecciones, ni contó con el apoyo decidido de los carlistas, ni de su propia familia, dadas sus ideas liberales).

Oficialmente se inaugura la III Guerra Carlista el 21 de abril de 1872, tras las elecciones de este mismo año y mes, durante el reinado de Amadeo I (Amadeo de Saboya, "duque de Aosta"), primera experiencia de monarquía parlamentaria en España. El Presidente del Gobierno en este momento era D. Práxedes Mateo Sagasta (gran defensor de la monarquía democrática). En estas elecciones, el movimiento carlista, que se integra en la “Comunión Católico-Monárquica”) sólo consigue 38 escaños en el Parlamento.

El 26 de mayo de 1872, es nombrado como Presidende de un efímero Gobierno (y en el reinado de Amadeo I), D. Francisco Serrano Domínguez (“Duque de la Torre”). Durante algunos días, y hasta que Serrano volviera de la guerra, fue ocupada interinamente la presidencia por Juan Bautista Topete hasta el 3 de junio, en que Serrano regresó de la guerra contra los carlistas y se hizo cargo del Gobierno. El 12 de junio presenta su dimisión por negarle el rey su pretensión de suspender “garantías constitucionales”, dada la fortaleza de carlistas y republicanos en algunas regiones.
El 13 de junio de ese mismo año pasa a asumir el Gobierno D. Manuel Ruiz Zorrilla, que duraría hasta el 12 de febrero de 1873. Este Gobierno suponía la vuelta al Gobierno de los “radicales”, tras un período de gobiernos “moderados”, ambos de carácter liberal y monárquicos, y más o menos a la izquierda o a la derecha dentro de esa línea. Este gobierno intentó reformas importantes, como la abolición de quintas, solución al colonialismo español, modernización industrial, y separación Iglesia-Estado (esto último, inaudito para aquel tiempo).

Otro Manifiesto del pretendiente Carlos VII, en este caso dirigido a “los pueblos de la Corona de Aragón”, y fechado en 16 de julio de 1872. Es de destacar que en este manifiesto, ofrece devolver a estas regiones, los fueros que anuló su antepasado Felipe V, e insiste en la descentralización del Estado:

“Catalanes, aragoneses, valencianos: el 2 de mayo llamé desde Vera a todos los españoles, lleno de fe en la grandeza de la Causa, cuyo depósito me ha confiado Dios. Lo que entonces era una esperanza será muy pronto magnífica realidad. Los cimientos de la restauración del Trono de Recadero están labrados con los laureles de Oñate y de Mañaria, de Urbasa, de Ceberio, de Más de Roig, de Arbucias, de Tivisa y de Reus. El camino de la victoria está regado con la sangre de los mártires: en él escribieron sus nombres inmortales Ulibarri, Ayastuy, García y Francesch.
Hoy, como entonces, pero con más aliento, repito con el orgullo de Rey de una nación heroica: Voluntarios que fijos los ojos en el cielo y en mi bandera corréis generosos al sacrificio, yo os admiro. Soldados de Pavía y de Bailén, que estáis bastante ciegos para ser mercenarios del Extranjero, también admiro vuestro valor. A todos os llamo, porque todos sois españoles; que la empresa salvadora comienza apenas y el mundo nos contempla sorprendido, espantada la Revolución, lleno el país de júbilo inefable. Sí, se acerca el día en que sean realidad mis vehementes aspiraciones.
Por lo tanto, amante de la descentralización, según consigné en mi Carta-Manifiesto de 30 de junio de 1869, hoy os digo pública y solemnemente:
Intrépidos catalanes, aragoneses y valencianos: Hace un siglo y medio que mi ilustre abuelo Felipe V creyó deber borrar vuestros fueros del libro de las Franquicias de la Patria.
Lo que él os quitó como Rey, yo como Rey os lo devuelvo; que si fuisteis hostiles al fundador de mi dinastía, baluarte sois ahora de su legítimo descendiente.
Yo os devuelvo vuestros fueros, porque soy el mantenedor de todas las justicias, y para hacerlo, como los años no transcurren en vano, os llamaré, y de común acuerdo podremos adaptarlos a las exigencias de nuestros tiempos.
Y España sabrá, una vez más, que en la bandera donde está escrito Dios, Patria y Rey están escritas todas las legítimas libertades.

                                                 Vuestro Rey, Carlos.    Frontera de España, 16 de julio de 1872”.

Sello de franqueo carlista con la efigie de Carlos VII (1873)

El 11 de febrero de 1873, abdica Amadeo I. Este rey, católico y progresista, tuvo en contra, como es natural, a los carlistas, pero también a republicanos y a la aristocracia borbónica. También tuvo que afrontar la Guerra de Cuba (“Guerra de los Diez Años”, 1868-1878). Pero lo más importante, quizás, es que no llegó a tener el afecto del pueblo español, por ser de origen extranjero. Fue el primer rey español que fue elegido por un parlamento, la primera monarquía democrática en España.


Amadeo I (óleo de Vicente Palmaroli y González)

El 11 de febrero de 1873 es proclamada la I República, que curiosamente, aunque con mayoría de monárquicos en el Parlamento, fue aprobada con el apoyo de "Republicanos" y "Radicales" (estos últimos agrupaban a los progresistas, a los radicales del fallecido general Prim, y a los demócratas, a "grosso modo"). Existía a la vez un enfrentamiento entre republicanos “Federalistas” y “Unionistas”. Y dentro de los federalistas, entre "Transigentes" e "Intransigentes".


Alegoría de la I República Española

El 12 de febrero es nombrado “Presidente del Poder Ejecutivo” D. Estanislao Figueras y Moragas, republicano “federal”. Gobierna en coalición de republicanos, con radicales y progresistas Tiempos convulsos y complicados para España; grave crisis económica y social, innumerables levantamientos cantonales y obreros, guerras de Cuba y Carlista...
El 8 de junio de 1873 se decidió definir a esta I República Española como “República Federal”.
Ante todos los problemas mencionados (y más), y la difícil gobernabilidad, el 9 de junio, Figueras dimite y se marcha a Francia (según manifiesta “para defender la República”), no sin antes, y en una sesión del Consejo de Ministros, decir textualmente: “Estoy hasta los cojones de todos nosotros...”.
El 11 de junio se proclamó una República Federal, cuyo primer Presidente del Poder Ejecutivo fue D. Francisco Pi i Margall, que aún con un proyecto moderado de República Federal, tuvo en su contra a los más radicales de los suyos ("Intransigentes"), el auge de los movimientos cantonalistas, y las persistentes guerras Carlistas y de Cuba.
Tras la dimisión de Pi i Margall, el 18 de julio de 1873, es nombrado Presidente D. Nicolás Salmerón Alonso. De tendencia republicana “unionista”, pretende una República Unitaria, con importantes reformas e inmediatas para el país. Aumentan los movimientos cantonalistas y obreros, a los cuales se decide responder con contundencia. A pesar de su ideario republicano, Salmerón no consideró mejor opción para ello que contar con militares de prestigio como Pavía y Martínez Campos. Salmerón se gana la enemistad de los republicanos más intransigentes.

El 6 de septiembre de 1873, y tras negarse a firmar (septiembre 1) las penas de muerte que los tribunales habían impuesto a algunos rebeldes “cantonalistas” detenidos, dimite como Presidente D. Nicolás Salmerón.
D. Emilio Castelar Ripoll, pasa a presidir el “Poder Ejecutivo” de la República con fecha 7 de septiembre. Gobierno de carácter republicano “unitario”. Defensor de la democracia y el republicanismo federal, pero en contra de los intransigentes y la violencia en que había derivado el federalismo en algunos sectores. Continúa la sangrante guerra de Cuba y está en auge el carlismo durante la marcha del conflicto. Cuenta este gobierno con el apoyo decidido del Ejército. Fue durante este gobierno, cuando transcurren los acontecimientos descritos en esta publicación.

Emilio Castelar Ripoll (retrato de José Nin y Tudó)


BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 9 de septiembre de 1873.

Periódico “El Gobierno” (Madrid) 11 de septiembre de 1873.

Periódico “La Esperanza” (Madrid) 12 de septiembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 13 de septiembre de 1873.

Periódico “La Discusión” (Madrid) 13 de septiembre de 1873.

Periódico “La Discusión” (Madrid) 14 de septiembre de 1873.

Melchor Ferrer, Domingo Tejera, José F. Acedo. “Historia del Tradicionalismo Español”. Editorial Católica Española. Sevilla, 1958.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 16 de septiembre de 1873.

Romero Sáiz, Miguel. Publicación en “Revista Ababol” nº 37. Sección “Scripta Manent”: Las Guerras Carlistas en esta zona, 2004.

Periódico “El Imparcial” (Madrid) 17 de septiembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 18 de septiembre de 1873.

Periódico “La Igualdad” (Madrid) 19 de septiembre de 1873.

Periódico “La Esperanza” (Madrid) 20 de septiembre de 1873.

Periódico “La Igualdad” (Madrid) 28 de septiembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 4 de octubre de 1873.

Periódico “La Correspondencia de España” (Madrid) 5 de octubre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 13 de octubre de 1873.

Periódico “La Igualdad” (Madrid) 17 de octubre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 18 de octubre de 1873.

Periódico “La Época” (Madrid) 20 de octubre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 21 de octubre de 1873.

Periódico “La Discusión” (Madrid) 26 de octubre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 27 de octubre de 1873.

Periódico “La Ibera” (Madrid) 28 de octubre de 1873.

Periódico “La Igualdad” (Madrid) 28 de octubre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 3 de noviembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 6 de noviembre de 1873.

Romero Sáiz, Miguel. “El Saco de Cuenca, Boinas Rojas bajo Mangana”. Ed: Diputación Provincial de Cuenca, 2010.

Periódico “La Regeneración” (Madrid) 15 de noviembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 17 de noviembre de 1873.

Periódico “El Pensamiento Español” (Madrid) 21 de noviembre de 1873.

Periódico “La Igualdad” (Madrid) 2 de diciembre de 1873.

Periódico “La Regeneración” (Madrid) 9 de diciembre de 1873.

Periódico “La Esperanza” (Madrid) 9 de diciembre de 1873.

Publicación “Diario de Pascual Cucala”. Aula Militar Bermúdez de Castro-Centro de documentación (aulamilitar.com).

Periódico “La Discusión” (Madrid) 14 de diciembre de 1873.

Periódico “La Época” (Madrid) 19 de diciembre de 1873.

Diccionario Biográfico electrónico-Real Academia de la Historia – biografías.

Caridad Salvador, Antonio. "Cabrera y Compañía. Los jefes del Carlismo en el Frente del Maestrazgo (1833-1840)"- Ed: Institución Fernando el Católico; Zaragoza, 2014.

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