AÑO 1846-1849. SEGUNDA GUERRA CARLISTA POR LA ZONA


La 2ª Guerra Carlista, también llamada “Guerra de Matiners” o “Campaña Montemolinista”, se desarrolló fundamentalmente en Cataluña. No existió esta guerra para algunos historiadores, sino un conflicto político. Lo peculiar del origen de esta II Guerra Carlista, fue, entre otras causas, el frustrado intento de casar a la reina Isabel II con Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza, conde de Montemolín, hijo del pretendiente en la anterior guerra Carlista (Carlos María Isidro de Borbón), y que teóricamente tendría que gobernar como Carlos VI, con el ánimo de unir las dos ramas borbónicas y enfrentadas en estas guerras, llamadas Carlistas. Finalmente Isabel II casa con su primo Francisco de Asís de Borbón. Los partidarios de la unión matrimonial con el conde de Montemolín, pasarán a ser conocidos como los  carlistas “Montemolinistas” en esta guerra.
Causas más importantes que las sucesorias, fueron, sin duda, y entre otras: la crisis agrícola del momento, reforma fiscal de 1845, restablecimiento de las “quintas”, que obligaba a hacer el servicio militar lejos de casa, lo que conllevaba la privación de mano de obra de los hijos en las familias campesinas (esto es muy importante)... Otra vez el mundo rural agraviado y descontento.
Si a esto unimos el sustrato carlista catalán que quedaba de la guerra anterior y las partidas dispersas que todavía vagaban por esas tierras (aunque más bien como “bandoleros”), tenemos en bandeja este levantamiento que se produce en septiembre-octubre de 1846. Además de los campesinos catalanes, curiosamente también los republicanos de Cataluña participaron en esta revuelta.

La reina Isabel II (en 1846)

Carlos Luis de Borbón y Braganza (conde de Montemolín)

Ciertamente, poco de interés hubo en este conflicto referente al Rincón de Ademuz, pero algunas noticias hay de aquí y de la zona.

“… En esos años Valencia y Aragón se vieron expuestas a incursiones procedentes de Cataluña que intentaron promover la rebelión en estos territorios. Sin embargo, los carlistas, encontraron poco apoyo popular, debido a la recuperación de la economía, el deseo de paz ante una guerra aún reciente, a la neutralidad de la Iglesia y al respaldo de los notables locales al nuevo régimen. Todo esto hizo fracasar rápidamente las invasiones y revueltas, tanto en Valencia como en Aragón”.

El levantamiento carlista se había iniciado en septiembre-octubre de 1846. Ya en marzo de 1847, se  empieza a tener noticias de dicho movimiento en esta zona. Ciertos "cabecillas", más o menos anónimos hasta entonces, que parecen operan bajo la bandera carlista, actúan con partidas muy pequeñas por estas sierras, más bien como ladrones o bandoleros. Carlistas indultados de la anterior guerra (1833-1840), y otros destacados partidarios de los pueblos, se van reuniendo y organizando para conspirar y unirse a la revuelta. A partir de aquí, hay que destacar la gran importancia que cobró a favor del gobierno isabelino, el cuerpo de la Guardia Civil, que había sido creado en mayo de 1844 por el II Duque de Ahumada (Francisco Javier Girón y Ezpeleta).

Marzo de 1847: “... Por vía de precaución se ha dispuesto reforzar los puestos de la Guardia Civil de La Motilla, Mira, Tragacete, Cañete y Beteta, como una especie de línea avanzada para cubrir las avenidas más sospechosas y tener más concentrada la fuerza para evitar una sorpresa”.

A finales de julio de 1847 el ejército gubernamental da captura en Sinarcas a los hermanos Mariano y Joaquín Salón (éste último denominado “Morcillo”), a Leocadio Salón, hijo de “Morcillo”, y José Villena (“Ministril”). Según la prensa del momento, trataron de fugarse y “quedaron muertos en el campo los expresados malhechores que eran terror de aquel país”. Estos personajes seguramente, más que ser una partida carlista, imagino serían simples bandoleros o ladrones que actuaban bajo la bandera del realismo.

La prensa de Teruel, de finales de septiembre de 1847 dice: “Vamos a escribir afectados por una idea profundamente dolorosa. La guerra civil se ha inaugurado en este país...”. También se aseguraba que por Manzanera, Arcos de las Salinas y Abejuela existía una facción, y que en Cañete se había alzado otra, “no tiene muy buena reputación política que digamos el citado pueblo”... (se refiere a que el pueblo de Cañete era destacadamente carlista en la Primera Guerra).
Desde Calamocha (Teruel), el 26 de septiembre dicen: “ya está arrojada la tea desoladora del Bajo Aragón, este país ya comienza a temer por su tranquilidad...”.

A primeros de mayo de 1848, el cabecilla carlista “Ferrer”, forma una partida compuesta principalmente por presos comunes que se habían evadido de la cárcel de Chiva. Dice la prensa: “No han logrado atraer a sus filas ninguna persona de arraigo ni de prestigio”. Es perseguida esta partida y otra de un tal “Sendra” que también andaba por esa zona. El 18 de mayo tienen un encuentro en las inmediaciones de Chiva con fuerzas del ejército la guardia civil y son dispersados, huyendo hacia la ribera del Júcar o hacia el valle de Cofrentes “los rebeldes de Buñol” (así calificados por la prensa desde Requena).

El 23 de junio de 1848, Ramón Cabrera y Griñó (El “Tigre del Maestrazgo” en la guerra anterior), procedente de Lyon (Francia), y a petición del pretendiente Carlos Luis (conde de Montemolín), traspasa la frontera española para insertarse en la provincia de Gerona. Su prestigio en la anterior guerra le facilita el reclutamiento de fuerzas importantes y se pone al frente de las partidas Carlistas de Cataluña, Aragón y Valencia. Con muy poco convencimiento sobre el posible triunfo de la causa carlista, no pudo siquiera entrar en el Maestrazgo, su bastión en la Primera Guerra Carlista.

Ramón Cabrera y Griñó. Retrato de 1850 (Museo el Ejército)

A partir de aquí (verano-otoño de 1848), pequeñas escaramuzas, idas y venidas, merodeos, entradas y salidas. Todo esto ya sin importancia estratégica ninguna para una guerra que se mantenía obstinadamente, pero ya sin esperanza para los carlistas.
Los pueblos del Rincón de Ademuz, apenas se ven afectados en este período, sino por ser cruce de caminos y paso obligado entre las sierras de Javalambre y Albarracín, sierra de Cuenca, Marquesado de Moya, Utiel-Requena y Los Serranos.
Los jefes y cabecillas carlistas más destacados que operan por estos territorios y este período son, entre otros, José Santés y Murgui, José Domingo Arnau, Pascual Gamundi, “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey) y “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés)***
            *** al final de este trabajo amplío información de este “Pimentero de Utiel”, por ser de los pocos personajes destacados en este conflicto y la zona, y lo singular de su biografía.

A finales de agosto de 1848 hay noticias de la aparición de la facción de “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés) en Aliaguilla, por lo que el jefe político de Cuenca, José Fariñas, se ocupó en perseguir a “los facciosos advenedizos de la provincia de Teruel”. Esta facción, desde Aliaguilla se dirigió a Mira, en dirección a Narboneta, y no viéndose seguros “se largaron a Henarejos”. Dicha facción, perseguida muy de cerca por los gubernamentales, llegó a Huérguina, pasó por Salinas del Manzano, y por las inmediaciones de Salvacañete, se metió en la Sierra de Albarracín. “El Sr. Fariñas no regresó a esta capital (Cuenca) hasta que los facciosos desaparecieron de la provincia”.

A primeros de septiembre una compañía de fusileros del ejército, tiene un enfrentamiento con algunos paisanos de Buñol. La prensa progresista critica la actitud de las autoridades que, “preocupados con los llamados revolucionarios, no advierten que a su misma vista y con el mayor descaro se conspira por los carlistas”. En efecto, así era: los carlistas se pasean por la huerta valenciana, “catequizando y pagando gente para la facción”, y desde Paterna parten hacia Chelva en busca de facción.

A primeros de septiembre de 1848, se sabe que “la facción de Andrés (Timoteo Andrés, (a) el Pimentero de Utiel), compuesta de 22 hombres mal armados, y procedente de Utiel y Cañete, anda recorriendo las sierras de Arcos, Riodeva y Albarracín; y aunque salen a perseguirla columnas pequeñas de tropa, de fusileros y de guardias civiles de Cuenca, de Teruel y de Molina, como van poca gente, se escurren y no pueden darles un alcance. Lleva dicha facción, según dicen, una carga de armas; pero de los pueblos no se va nadie con ellos, y sólo algún perdido o procesado se ha metido en la broma hasta el día...”.

Según Antonio Caridad Salvador, en septiembre de 1848: "…Por estas fechas Forcadell (Domingo Forcadell y Michavila) cayó gravemente enfermo, lo que le obligó a esconderse en una cueva, acabando así con sus operaciones en el Maestrazgo. Esto no paralizó las operaciones de las pequeñas gavillas valencianas, pero tuvieron que funcionar de forma anárquica y sin recibir órdenes de nadie. Las principales partidas eran las de Pimentero (Timoteo Andrés, de Utiel), Santés (José Santés y Murgui, de Liria) y Arastey (Esteban Arastey (a) “Esteve” o “Dulzainero de Liria”), que operaban entonces por la provincia de Valencia. El primero solía estar por la zona de Utiel, mientras que el segundo se autodenominaba jefe de la división del Turia, y el tercero estaba al mando de los lanceros del Cid. La primera acción de guerra en que participaron data del 21 de septiembre, cuando el comandante Izquierdo atacó en el término de Chelva a tres gavillas reunidas (las mencionadas de Pimentero, Santés y Arastey). En este encuentro los carlistas fueron derrotados y tuvieron que retirarse, con cuatro muertos, por ninguno de los liberales. Tras este revés los tres caudillos rebeldes se separaron". 

El día 7 de octubre de 1848 entran en Landete “doscientos facciosos, y en los pueblos inmediatos otros ciento ochenta...”.

Por esos días, la facción de “Pimentero de Utiel”, con 100 infantes y 25 caballos, recorren los pueblos cercanos a la huerta de Valencia. El día 9 son ahuyentados de Chiva: “sacan dinero a los ayuntamientos y recogen cuantos caballos pueden”.

Esta misma facción de “Pimentero” (seguramente la de su subordinado Esteban Arastey (a) "Dulzainero de Liria", y autodenominado jefe de los "Lanceros del Cid", separada de esta última) fue atacada en la noche del día 20 (o 21) de octubre en la Torre de Utiel por una compañía de las que custodiaban el presidio de Villargordo. Tras media hora de fuego, éstos huyeron, “dejando en el campo tres muertos, un herido y un prisionero, y además doce caballos y muchas armas”. (otras versiones hablan de 6 muertos y 11 caballos, y otras de 14 caballos y varios muertos...).
A esto mismo se refiere Antonio Caridad salvador cuando dice: "Esteban Arastey, confiado en las confidencias de Pimentero, a cuyo cargo estaba, decidió pernoctar en las masías de la Torre (término de Utiel). Pero su gente fue sorprendida por el comandante Izquierdo en los mismos alojamientos, perdiendo 14 caballos y varios hombres, que resultaron muertos...".

A mediados de octubre de 1848, una facción carlista de Pascual Gamundi (se hablaba de unos 120 hombres), invade varios pueblos del partido de Molina de Aragón, e incluso llegan a entrar en el propio pueblo de Molina. El coronel Bernardo O´Felan los persigue y alcanza el día 21 en Teroleja, donde son derrotados los carlistas. “Esto obligó a Gamundi a abandonar Castilla y a pasar a las sierras de Albarracín y Frías, de camino hacia Ademuz". El día 25 se hallaba la facción en Camarena, y desde allí, por la Puebla de Valverde, retrocede a internarse en la sierra. El día 26 es alcanzada y batida en Cedrillas por una columna del coronel Fernando Gispert.

“ …Las de Gamundi y las de Pimentero eran por entonces las únicas partidas carlistas que seguían operando en Aragón, ya que dos días antes [octubre 18] el brigadier Arnau [José Domingo Arnau], cuñado de Cabrera, se había presentado en Alcalá de la Selva (Teruel), acogiéndose al indulto”.

El 24 de octubre llegó a Requena una columna mandada por el brigadier gubernamental José Joaquín Llorens Bayer (antiguo jefe carlista en la Primera Guerra, y llamado entonces “el Alcalde de Villareal”), para acabar con las partidas que habían llegado a esta zona, huyendo de la persecución que se les hacía en el Maestrazgo. Al siguiente día 25 sale esta columna hacia Sinarcas, a cuyas inmediaciones tenían información de que iban a reunirse los jefes carlistas “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey) y “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés).
No sabemos qué pasó después, pero probablemente esas partidas rebeldes acabarían deshaciéndose, ya que Esteban Arastey se presentó a indulto poco después. En cuanto a “Pimentero”, dispersó entonces sus fuerzas, que reagrupó más tarde en la provincia de Cuenca, abandonando definitivamente Valencia. Ya sólo quedaba José Santés y Murgui, que se presentó a indulto en Andilla el 27 de octubre, con los 16 hombres de su partida [pongo en duda esta noticia, pues Santés se incorporó posteriormente al ejército carlista de Cataluña a las órdenes del general Cabrera. También pudo ocurrir que tras presentarse a indulto, aprovechara para pasar libremente a ese sector, lo ingnoro].
Este Santés cobrará especial importancia en esta zona en la Tercesa Guerra Carlista.

Después de esto las comarcas valencianas y aragonesas recobraron la tranquilidad durante un tiempo. Principalmente porque dejó de haber partidas autóctonas operando en la zona, con lo que la guerra sólo se reanudó cuando llegaron a la zona fuerzas carlistas procedentes de Cataluña.

Ya a mediados de enero de 1849 hay noticias de que “por el partido de Ademuz, y con dirección a la provincia de Cuenca, habían pasado unos cuantos montemolinistas” (Montemolinistas se denominaban a los carlistas en esta Segunda Guerra). Andaban reclutando gente los cabecillas “Chaleco” (Francisco María Bernardo) y “Pepe Lama”(José González), compañeros de “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés).

En febrero de 1849 “Pimentero” reagrupa sus fuerzas en Tarancón (Cuenca), y luego, perseguidas éstas por el ejército, se dispersan, huyendo este jefe a Madrid, con la intención de pasar a Francia.

A primeros de marzo de 1849, y delatado por uno de los suyos, es detenido en Burgos el "Pimentero de Utiel" (Timoteo Andrés), tras bajar de una diligencia, punto desde donde pretendía partir hacia Francia. Es ejecutado el día 8 de este mes. “Pimentero”*** fue el último jefe carlista de importancia que resistía y merodeaba este sector a estas alturas de la guerra.

A partir de este momento, por aquí, ya no se dan más noticias de guerra en el período.

El 4 de abril de 1849, fue detenido el Pretendiente (Carlos Luis Fernando de Borbón y Braganza, conde de Montemolín) al intentar entrar en España por la frontera francesa y regresó a Londres. El 26 de ese mismo mes (algunas fuentes manifiestan que fue el 23 o el 25...), también cruza la frontera, para su exilio en Marsella, D. Ramón Cabrera Griñó (el “Tigre del Maestrazgo” en la guerra anterior) que, por lo visto, partió con tan poco convencimiento en la victoria con el que había llegado en junio de 1848.

A mediados de mayo de este 1849 se da por finalizada la II Guerra Carlista, también denominada Campaña Montemolinista o Guerra de los Matiners.

     *** Hago mención especial a este “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés), por ser uno de los pocos cabecillas carlistas importantes de la zona en esta Guerra:
Participó en la I y II de estas Guerras. Nacido en Utiel (entonces de Cuenca), hijo de labradores. Al inicio de la I Guerra (1833), o quizás algo antes, y con sólo 17 años, se alista en Chelva (Valencia) a las filas carlistas. Timoteo Andrés, bien joven, sirvió como guía en su zona natal a las fuerzas “realistas” que ya se iban adentrando por allí.
En febrero de 1839 estaba al mando de las partidas de José Domingo Arnau, que se acercaron a Requena (de Cuenca entonces también). Luego, cuando el ejército carlista abandonó la zona, siguió por allí como guerrillero. Tuvo su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), dedicándose con su partida al saqueo de personas y pueblos, lo que llevó a que fueran detenidos sus familiares que tenía en Utiel y en Requena.
Ya en enero de 1840, huyendo de la persecución que le hacían los liberales, se refugió en la zona de Chera y Chulilla (Valencia). En abril de este año ocupó Utiel, y en junio se ofrecían 8.000 reales por su cabeza. Al finalizar la I Guerra, ese mismo año, se acogió a indulto en Guadalajara y se estableció en Madrid para pasar posteriormente a Francia, donde casó y tuvo dos hijos.
A finales del verano de 1848 (ya durante la II Guerra) regresó a España y empieza a actuar con una partida por los pueblos de Marquesado de Moya y Utiel-Requena. El 20 de octubre de 1848 su partida es sorprendida en La Torre de Utiel, huyendo hacia Tarancón (Cuenca). En Tarancón, pero ya en febrero de 1849, reagrupa a sus fuerzas y capturan al alcalde y al comandante de la Guardia Civil. Tras la persecución que le hace el ejército gubernamental, disuelve la partida y marcha, disfrazado, a Madrid. Allí es delatado por una amigo al que le debía un dinero que no le pudo devolver (este dinero le fue prestado para organizar su revuelta). Al intentar dirigirse a Francia, es detenido en Burgos y finalmente fusilado el 8 de marzo de 1849.
En cuanto a las actuaciones que tuvo por esta zona Timoteo Andrés: Durante la I Guerra, en febrero de 1839, bien joven, es guía de las patrullas de “Arnau” que andan por la parte de Utiel y Requena. En abril de 1839, “Pimentero”, que tenía su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), junto con otras partidas sueltas de “Pule”, y “Peinado”, se encargan de cobrar las contribuciones a los pueblos de esa zona, por orden de las “Juntas Administrativas” de Alpuente (Valencia). A mediados de julio de 1839 entra en Utiel, de donde se llevan “las campanas, y hasta las calderas de las fábricas de aguardiente”. Roban el trigo de la vega de Requena, y lo llevan a trillar a las eras de Utiel, desde donde tienen que salir, perseguidos por el comandante general de Cuenca; cerca de Sierra Negrete (Utiel), son alcanzados y dispersados. A finales de noviembre de ese año, las partidas de “Pimentero” y “Potaje”, con unos 120 infantes y 30 caballos, están por la parte de Requena, haciendo pedidos a los pueblos. Pimentero “hace expediciones hasta tierra de Cofrentes, y se trae ganados de lana y cabrío, y hasta de cerdos”. En abril de 1840 ocupó de nuevo Utiel. En junio, el gobierno pone “precio a su cabeza” (8.000 reales). A finales de este mes de junio de 1840, la partida de “Pimentero”, ya con sólo 30 hombres, se halla por la parte de Talayuelas (Cuenca). A partir de aquí no hay más noticias de Timoteo Andrés en esta I Guerra y la zona, pues al finalizar la misma partió a Francia, para volver después, ya bien avanzado 1848 para unirse a la revuelta (entonces ya tenía más de 40 años).
Ya durante la II Guerra Carlista, la primera noticia que tengo de sus operaciones por esta zona, es la estar con su partida en Aliaguilla y Garaballa (Cuenca) a finales de agosto o primeros de septiembre de 1848, y que, perseguidos por el jefe político de la provincia de Cuenca (José Fariñas) y otras columnas, se retiran hacia la Sierra de Albarracín (Teruel). La intención de los carlistas por aquellas fechas era la de apoderarse de Cañete (Cuenca), cosa que no se llegó a ejecutar. El 21 de septiembre de 1848, los gubernamentales baten en Calles, “distrito de Chelva” (Valencia), a las “gavillas” de “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés), “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey), y “Santés” (José Santés y Murgui), causándoles 4 muertos. El 9 de octubre de 1848, la facción de “Pimentero”, entonces ya con 100 infantes y 25 caballos, están recorriendo los pueblos de la huerta de Valencia (Benaguacil, Villamarchante, Cheste...), “sacando dinero de los ayuntamientos y recogiendo caballos”; Son ahuyentados en Chiva. El 20 de octubre de 1848 la partida de “Pimentero” (o la de Arastey, o ambas), es atacada en el término de La Torre de Utiel, y parte a Tarancón (Cuenca). Posteriormente, aunque hay noticias que hablaban de sospechas sobre su vuelta a Chelva, la verdad es que ya no volvió a este sector.
Reagrupó sus fuerzas en la zona de Tarancón en febrero de 1849. Tras la persecución a la que es sometido por el ejército, deshace su partida y marcha a Madrid. En su intento de refugiarse en Francia, es detenido en Burgos y ejecutado el 8 de marzo de 1849.


BIBLIOGRAFIA Y FUENTES:

Caridad Salvador, Antonio. Publicación “La Revuelta de los matiners en Valencia y sur de Aragón”. Estudis castellonecs nº 1 (2ª época), 2015-2016.

Caridad Salvador, Antonio. “Cabrera y compañía. Los jefes del carlismo en el Frente del Maestrazgo”. Ed. Institución Fernando el Católico. Zaragoza 2014.


Periódico “La Esperanza” (Madrid), 23 marzo 1847.

Periódico “El Español” (Madrid), 26 junio 1847.

Periódico “Eco del Comercio” (Madrid), 30 septiembre 1847.

Periódico “El Heraldo” (Madrid), 22 mayo 1848.

Periódico “El Observador” (Madrid), 5 septiembre 1848.

Periódico “El Católico” (Madrid), 5 septiembre 1848.

Periódico “El Católico” (Madrid), 6 septiembre 1848.

Periódico “El Clamor Público” (Madrid), 8 septiembre 1848.

Periódico “El Católico” (Madrid), 18 septiembre 1848.

Periódico “El Heraldo” (Madrid), 19 septiembre 1848.

Periódico “El Heraldo” (Madrid), 26 septiembre 1848.

Periódico “La Esperanza” (Madrid), 17 octubre 1848.

Periódico “El Observador” (Madrid), 19 octubre 1848.

Periódico “El Clamor Público” (Madrid), 27 octubre 1848.

Periódico “El Heraldo” (Madrid), 29 octubre 1848.

Periódico “El Heraldo” (Madrid), 31 octubre 1848.

Periódico “El Popular” (Madrid), 2 noviembre 1848.

Periódico “El Observador” (Madrid), 13 febrero 1849.

Periódico “La Esperanza” (Madrid), 24 febrero 1849.

Periódico “La Patria” (Madrid), 15 febrero 1849.

Periódico “El Observador” (Madrid), 27 febrero 1849.

Periódico “La Esperanza” (Madrid), 28 febrero 1849.
































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